Con el permiso de Fernán Gómez, las motocicletas son para el verano.
O al menos en gran parte, cuando se adquieren como vehículo de recreo y complemetario al coche.
Aun así los cascos se venden con pantalla transparente y hay que buscar una solución al problema del sol. Las gafas pueden resultar incómodas debajo del casco y las pantallas cromadas (independientemente de su legalidad) tienen el incoveniente de que una vez que oscurece o simplemete se nubla el día hay que llevarla abierta o bien cargar con la transparente para cambiarla.
Pero hace nada speeker me descubrió un gran invento: las pantallas fotocromáticas.
Su funcionamiento es igual que el de las gafas, adaptándose a la claridad que reciben, oscureciendo cuando mayor sea ésta.
Hay varias marcas que disponen de este tipo de pantallas y distintos sistemas de sujección. Desde marcas como Maruchin o Lazer que tiran pantallas que sustituyen a la del casco, hasta Raleri o Pro-grip que ofrecen láminas que se adhieren a la pantalla original. El inconveniente de las primeras es que tienes que buscar una compatible con tu modelo de casco. Las segundas suelen ser universales.
Por propia experiencia puedo hablar de las pantallas Pro-grip, que es la que instalé hace unos días en mi casco. No siendo la panacea, sí resultan una solución a tener en cuenta a la hora de resolver el problema de la claridad. Como todo en esta vida tiene ventajas e inconvenientes.
La instalación. Es fácil de instalar. Sólo hay que limpiar la pantalla, delimitar, quitar las protecciones y pegar. De todos modos, para inútiles como yo, hay multitud de videos en internet.
En cuanto a su efectividad, en mi opinión soluciona completamente el problema de la claridad, evitando deslumbramientos. En cuanto a las horas de poca luz, si bien añade un punto de oscuridad, permite circular con seguridad. Tengo que señalar que todavía no la probé en noche cerrada.
Un posible inconveniente es la progresividad, ya que tarda unos 40 segundos en adaptarse a las nuevas condiciones de luz. En principio no supone ningún problema porque el día no suele cambiar tan bruscamente, salvo en el caso de túneles (una alternativa son los visores LCD, el cambio es automático pero el precio es un poco desorbitado)
El modelo es único para todos los cascos. Si valoras la estética esto puede suponer un problema.
A las características mencionadas hay que añadir que es antivaho, muy de agraceder circulando por ciudad y totalmente satisfactoria para mí.
Y hasta aquí la valoración, por ahora. Insisto en que la prueba se ha limitado a unos días. Con el tiempo completaré los comentarios.
Después de unos días añadir dos apuntes:
En noche cerrada sigue siendo adecuada, aunque para circular dentro de ciudad, sobre todo si no la conoces bien, es más cómodo ir con la visera levantada.
Ningún problema cuando está lloviendo, aun de forma intensa.
viernes, 12 de agosto de 2011
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